Muchas veces vivimos desconectadas de nosotras mismas; estamos pendientes de los quehaceres diarios, de los comportamientos de los demás y, en general, de aquello que sucede de puertas para afuera de nosotras mismas. Esto, sin duda, acaba por pasarnos factura y es la causa de que nos sintamos agobiadas, desganadas, vacías, irritables, cansadas…
Por eso, cuando nos sentimos “fuera de nosotras”, podemos tomar la decisión consciente de hacer el camino de regreso. Volver a nosotras y habitarnos, como hogar que somos, nos devuelve la paz, la estabilidad y la plenitud. Volvemos a llenarnos de nosotras y, entonces, todo vuelve a fluir.
En este post me gustaría compartir contigo 5 maneras de volver a ti; ideas prácticas que puedes utilizar siempre que quieras cuidarte y reforzar la conexión contigo misma. ¡Allá van!
1). RESPIRA CON CONSCIENCIA
La respiración es nuestra gran aliada para volver al momento presente, para conectar con nosotras y con nuestro cuerpo físico. Solemos perdernos en lo mental, en las ideas sobre el pasado y el futuro, y nos olvidamos de atesorar el momento presente (que es totalmente efímero y pleno en sí mismo). Realizando respiraciones profundas y conscientes volvemos a ponernos en sintonía con el ritmo natural de la vida. Llenarnos de vida con cada inhalación, liberarnos con cada inhalación… Respirando en nuestra emoción, sea esta la que sea. No hay juicios; solo hay aire que entra y sale. Te invito a que permanezcas unos minutos en esta práctica.
2). DATE UN BAÑO
Llena la bañera de agua templada y sumérgete en ella. Puedes añadir sales de baño, aceite esencial, gel espumoso…, o nada. Acompaña este ritual con unas velitas, un incienso…, y con música ambiental que te inspire. Nota el contacto del agua en tu cuerpo, acaricia tu cuerpo, prestando atención a cómo siente cada cm. de piel… Deléitate en esta práctica tan relajante. Muy aconsejable para antes de irte a dormir…
3). CUESTIONA TUS PENSAMIENTOS
A día de hoy no podría pasar sin esta práctica. Nuestra mente está llena de pensamientos, sobre todo si nos dejamos llevar por ella sin ponerle remedio. Y esto nos lleva a salirnos de nosotras, a agobiarnos, deprimirnos o cabrearnos con el mundo. Mirando, indagando y cuestionando mis pensamientos, éstos se diluyen. Y el resultado es que puedo reencontrarme con mi parte más esencial y auténtica, que hasta entonces había estado tapada. Es entonces cuando puedo volver a sentir mi amor propio y mi paz. Para cuestionar tus pensamientos de manera profunda, es probable que al principio necesites a alguien que te guíe y oriente. Si estás interesada en ello, puedes ponerte en contacto conmigo.
4). MEDITA
Meditar es otra manera de calmar nuestra mente, permitiendo que los pensamientos pasen, sin aferrarnos a ellos, y recuperando la magia del momento presente. Si no estás acostumbrada a meditar, te puede ser de ayuda utilizar meditaciones guiadas. Hay propuestas muy interesantes por ahí, y yo misma no descarto compartir algún día mis propias meditaciones 🙂 A medida que ya has aprendido a meditar de manera guiada, es interesante empezar a hacerlo en silencio, para tomar un mayor contacto contigo y con el ambiente.
5). DA UN PASEO CONSCIENTE
Muchas veces caminamos con la mente llena de ruido, sin prestar atención a cómo nos sentimos, cómo es nuestra respiración, o qué es lo que hay a nuestro alrededor. Por eso, mi última propuesta es la siguiente: La próxima vez que camines por la calle, que vayas de excursión al monte, o des un paseo por la playa; hazte consciente de cómo son tus pasos, tu respiración, qué emociones estás sintiendo, qué está sucediendo a tu alrededor, qué es lo que ves, cómo se nota el aire, qué olores hay… Y verás cómo tu mundo cobra un nuevo significado para ti.
¿Hay alguna otra práctica que te ayuda a volver a ti? Si es así, te invito a que la escribas en los comentarios y así las demás también podremos beneficiarnos 🙂
Un abrazo,
Ainara
